Jhosef Arias:  chef peruano que triunfa en España propietario de cinco restaurantes en Madrid 

Jhosef nos atiende y hace un flashback de su vida para recordar que su madre, Ana Salinas Jara era una esforzada vendedora ambulante que “paraba la olla”  a la familia.

He sido criado, prácticamente, en una carretilla. Mi casa era un restaurante donde se vendían picarones y anticuchos. El sostén de mi familia siempre han sido los emprendimientos de comida”, rememora al trasladar inevitablemente sus memorias a esas épocas.

El chef nos dice que en un inicio estaba muy convencido de estudiar ingeniería electrónica, pero un test vocacional le daría un giro total a su vida.

“Estaba preparándome para ingresar, y luego de un test vocacional, me recomendaron estudiar gastronomía. Hasta ese momento ignoraba lo que significaba la gastronomía, no sabía que para cocinar se tenía que estudiar”, afirmó entre risas al evocar sus primeros roces “oficiales” con la pasión de su existencia.

Hace una pausa y enfatiza que su hermana fue un gran soporte para él, pues ella y su madre ayudaron a pagar los gastos que demandaba la carrera.

“Mi hermana fue la primera de la familia en irse a España, y mandaba dinero de Europa para que yo pudiera pagar mis estudios de gastronomía en Lima. Sin ella no sé qué hubiese sido de mí”, manifestó conmovido. 

Los primeros trabajos

Uno de sus primeros trabajos fue en un anticuchería del distrito de Los Olivos. Pelaba papas y ayudaba a preparar las cremas que acompañaban a los anticuchos, rachis, mollejitas y las pancitas.

Posteriormente, trabajó en un restaurante de comida marina en Magdalena del Mar. 

“Ahí realicé mis prácticas, a la tercera semana me contrataron, comencé haciendo chicharrones de pescado, jaleas, ceviches, entre otros”, señala con orgullo.

Trasladarse en combi de su casa en San Juan de Lurigancho tanto a Los Olivos como a Magdalena le demandaban mucho tiempo, pero eso no le importaba. Luego trabajó en otros lugares y su devoción por la cocina y los fogones creció.

Joshef llegó a Madrid el 2009. Decidió unirse a su familia que ya había emigrado.

Para su buena fortuna, empezó laborando en un prestigioso hotel, oportunidad que define como magnífica, puesto que más que un trabajo, fue parte de su formación por un año entero.

Sin embargo, se quedó sin papeles por una estafa con su documentación: En lugar  de derrumbarse, vio esta nueva situación como un empujón para superarse y apostó por el emprendimiento.

Así, el 2013 abrió su primer restaurante Piscomar. Tenía 22 años y la idea de cocinar con bases artesanales originales de Perú.

“No estaba preparado para montar un restaurante,  pero Piscomar me demostró lo contrario. Fue un éxito en su momento, paraba lleno todos los días”, señala.

Dos años después, inauguró el restaurante de comida criolla Callao24, que representa un homenaje en vida a su madre. El sello personal de doña Ana, es el que les da vida a los fogones de su segundo local.

Para el 2017, creó un servicio de catering premium, para llevar los sabores de Perú a todos los rincones de España, y se consolidó como grupo hostelero en Madrid, denominado Grupo Jhosef Arias. 

Al año siguiente creó el restaurante Capón, inspirado en la influencia gastronómica de China y Japón, conocidas como cocina chifa y nikkei, pero con un toque peruano. 

Con esto, demuestra que la tenacidad y la perseverancia son piedras angulares para sacar adelante cualquier emprendimiento. 

Su restaurante ADN origen Perú, representa una innovadora propuesta con un concepto inspirado en los mercados del Perú, donde se crea el origen culinario de la familia del chef.